El padre de Blancanieves

Belén Gopegui, El padre de Blancanieves (2007)

Con esta ¿novela-ensayo?, Belén Gopegui nos invita a reflexionar sobre el modelo de organización social y económica en la que estamos insertos, y también a evaluar nuestro papel en el mismo. Como la mejor forma de acercarnos a una realidad es a través de las preguntas, aquí tenéis algunas para acompañar la lectura, adicionales a aquellas con las que la autora nos interpela constantemente.

[...] ese reflejo según el cual lo dominante se percibía como probable, y aun como lógico; debido a ese reflejo condicionado no se percibía como amenaza la permanencia de un orden basado en el daño sino, absurdamente, el intento de modificar ese orden.

1. El padre de Blancanieves gira alrededor de, al menos, cuatro temas principales: las disfunciones de la sociedad capitalista; la confianza en la ciencia como potencial vehículo para la mejora de las condiciones de vida de toda la población y garante de la sostenibilidad; su visión sobre los movimientos sociales -su naturaleza, dinámica y potencial para desarrollar una economía alternativa-; por último, una mirada sobre la experiencia individual -relaciones en el entorno familiar, expectativas y pautas de comunicación entre generaciones, el envejecimiento y la búsqueda de sentido vital, la necesidad de un compromiso ético plasmado en la acción colectiva-.
¿Qué aspectos os han interesado más? Los distintos procesos de toma de conciencia, las dudas sobre la utilidad o ineficacia de los movimientos sociales, el debate entre público y privado, las diferencias de oportunidades entre personas con distintos niveles de ingresos, el dilema entre principios teóricos y deseos o necesidades individuales...

¿Hasta qué punto coincidís con su diagnóstico de los males generados por el capitalismo: carencias en el sistema sanitario y en la atención a las personas más vulnerables, deficiencias del sistema educativo, precariedad laboral, crisis medioambiental, etc.? 

Y mientras alguien desdeña con un gesto a cuantos murieron por una idea, un principio, por un sueño, cada mañana cientos de millones de personas entregan sus horas a accionistas que ni siquiera piensan, que ni siquiera saben, cuyo único principio no elegido es imponer un producto en el mercado a cambio de un precio.

2. Los relatos que pretenden ir más allá del entretenimiento tienen algo en común: sus creadores intentan transmitir sus preocupaciones, sentimientos, dudas y preguntas hablando de aquello que les interesa y afecta. El padre de Blancanieves es un ejemplo muy claro de las convicciones políticas y sociales de su autora. ¿Creéis que corre el riesgo de caer en lo "panfletario" o el adoctrinamiento? Al mostrar tan claramente su objetivo e ideología, ¿pierde valor o interés lo que nos narra?
En relación a esta posibilidad, en una entrevista Gopegui interpreta el posible rechazo que puede generar ("Las críticas no suelen ser porque la novela tenga carga ideológica, sino por el signo de esa ideología, aunque no se presentan de ese modo").

3. Las novelas de carácter social, que hablan sobre la vida cotidiana y los conflictos de sus personajes, conectan inevitablemente con la propia experiencia y nos invitan a revisar nuestra situación personal. En este caso, el impulso es aún mayor. Creo que la actitud ante la obra estará muy relacionada con nuestra posición social -como señala Goyo en uno de sus correos electrónicos a Enrique-. Por lo menos en mi caso, estar de acuerdo con algunas de las afirmaciones del texto o verme incomodado por otras -sentirme más cerca de Enrique, Susana o Manuela- tiene mucho que ver con mi biografía y mi recorrido personal y profesional. ¿Qué pensáis?
Cada personaje ejemplifica alguno de los elementos del análisis sociopolítico de su autora. ¿Cuál de ellos os ha parecido más significativo? ¿Lo elegís por cómo conecta con vuestra propia historia o por tocar alguno de los temas que más os interesan?

4. La autora detalla aquí las convicciones políticas que la llevaron a escribir la novela: "Cuando salió El padre de Blancanieves [en 2007], algún crítico dijo que era una novela nostálgica, que hablaba del pasado. Unos meses después empezó el 15-M. En ese momento te alegras, pues no la había escrito desde la nostalgia sino porque conocía a muchos colectivos que estaban trabajando como el de la novela. Un día implosionan y la correlación de fuerzas cambia tanto que nadie puede ya considerarlos inverosímiles."
¿Creéis que retrata con fidelidad la sociedad actual, sus problemas y contradicciones? Más de diez años después de publicarse, ¿sigue vigente?

¿Podrá un sujeto colectivo con tan poca cultura de empresa como yo combinar los diferentes factores productivos para la obtención de un bien o un servicio que se ofrezca a la sociedad? [...] No tengo las respuestas. Los sujetos colectivos somos conscientes de que solo podemos conocer el sentido de nuestro pensamiento cuando actuamos.

5. Gopegui escribe de forma clara, pese a incluir en algunos momentos largas reflexiones, fruto de la autoconciencia de sus personajes; ¿os parece que modifican el ritmo del texto?

Aunque la estructura de la novela -con la combinación de puntos de vista, textos escritos por los protagonistas y la presencia de un narrador omnisciente, distintos soportes y destinatarios de los mensajes- no es completamente original, sí que hay un detalle novedoso: la incorporación de un personaje colectivo con voz propia. ¿Aporta algo a la narración?

¿Cómo valoráis la habilidad de Belén Gopegui para establecer la secuencia de voces narrativas y sucesos?