jueves, 14 de septiembre de 2023

Las amantes

Elfriede Jelinek, Las amantes (Die Liebhaberinnen, 1975)
Premio Nobel de Literatura 2004
La furia es mi motor, sin duda. La furia forjada por las injusticias, del tipo que sean. Por el sistema de valores machista, patriarcal o por las injusticias políticas y sociales en general.
Entrevista en Página/12
"Pornógrafa", "traidora a su país", "cerda"... La ultraderecha y los movimientos xenófobos europeos siempre han considerado a la poeta, dramaturga y novelista Elfriede Jelinek una amenaza. Quizá por su explícito compromiso político y feminista o por usar la literatura para, como ella misma dice, enfrentarnos a "la exclusión, los abusos de poder o el peso social que aplasta y destruye".
 
Las aún más habituales acusaciones de misandria -odio a los hombres- ocultan, seguramente de manera intencionada, su capacidad para reflejar, de manera muy potente, cómo los factores económicos, las diferencias de clase social o el modelo capitalista determinan las posibilidades de futuro de buena parte de la humanidad. ¿Os parece actual o aplicable a nuestra realidad este relato escrito hace cincuenta años y localizado en Austria? ¿Es incómoda la lectura porque nos reconocemos, siquiera ocasionalmente, en alguna de las actitudes y conductas de sus protagonistas?
Para evitar quedarnos en esa valoración que se limita a destacar su supuesto rechazo a los hombres, es importante destacar algunos aspectos temáticos y estilísticos de Los amantes sobre los que podremos debatir en la tertulia:
Ironía: Expresión que da a entender algo contrario o diferente de lo que se dice, generalmente como burla disimulada.
Diccionario de la lengua española (RAE)
Un narrador omnisciente combina la presentación, a veces aséptica, de los hechos con un tomo amargo y desesperanzado. ¿Cómo nos sentimos ante esa voz narrativa, que muestra compasión al mismo tiempo que distancia, niega lo que quiere afirmar, remeda / se burla de la forma de hablar de los protagonistas pero se preocupa por ellos? ¿Diríais que participa en la historia como espectador (narrador paradiegético) -como el realizador de un documental que recogiese los discursos personales y sociales- o se sitúa fuera (narrador heterodiegético)?
Lo que me interesa por sobre todas las cosas es la crítica del lenguaje, y además mi método de escritura tiene que ver fundamentalmente con la música del lenguaje; trabajo con la acústica, con el sonido de las palabras, y juego con eso; llevo los juegos de palabras hasta su límite más banal, al que no le rehúyo para nada.
En sintonía con esa mezcla de registros, en Los amantes la heteroglosia ocupa un papel principal: la coexistencia de los distintos niveles de la lengua (coloquial, vulgar, formal...) hace más verosímil el retrato social. Jelinek demuestra que las palabras reflejan unas vivencias e ideología particulares.
La autora tiene una relación intensa y compleja con el lenguaje, como muestra su discurso de aceptación del Premio Nobel (bastante difícil, por cierto), en el que problematiza el vínculo entre palabras y realidad, o la brecha entre ella y el mundo. El ejemplo más visible en esta novela es la ausencia de mayúsculas, mucho más que un artificio literario: nos recuerda permanentemente que se trata de un texto escrito, obliga a prestar atención, replica junto a las repeticiones el ritmo del pensamiento y del discurso hablado... ¿Os ha sugerido algo diferente?
Además, es importante recordar que el sentido de Los amantes nace más de su estructura y forma que de la acción.
En la sociedad patriarcal es el hombre quien tiene el poder de juzgar, y la mujer debe doblegarse ante su juicio porque no ha podido instalar su propio sistema de valores. Sin embargo, el hombre también paga un precio, porque en la casa, en la esfera privada, muchas veces se debe sentir terriblemente subordinado.
Los personajes, voluntariamente estereotipados, se definen siempre desde el sexo contrario. Así, las mujeres son vistas y representadas como objetos, y su identidad es construida por los hombres.
Ellas y ellos esperan cosas muy diferentes, y ven limitada su capacidad de desarrollo de maneras también distintas. Por ejemplo, puede ser interesante comparar cómo afectan a Heinz y Erich las circunstancias personales: fealdad y belleza, urbano y rural, con o sin formación, empleo cualificado o no, apoyo económico paterno o explotación, alcoholismo, etc.

Adaptación teatral representada en Alemania (2002-2006)
(...) creo que esta supuesta vista distanciada es una vista muy afilada, la mirada del científico naturalista a un hormiguero, por ejemplo, y que, a través de esta vista distanciada, uno puede presentar las condiciones sociales mucho más afiladas que si yo describiese algunos dramas personales, algunos conflictos de piso compartido de estudiantes.
¿Nos propone Jelinek un retrato demasiado exagerado y radicalmente pesimista? A fin de cuentas, parece que solo deja espacio para el abuso, el odio, el egoísmo y la competitividad, con una violencia omnipresente surgida de la impotencia y la desorientación. Los valores consumistas dominan incluso las relaciones paternofiliales, la decisión de tener descendencia y la sexualidad.
Muestro a mis personajes, no como si estuvieran al mando, si no a la merced de mecanismos sociales y políticos (...) Conmigo son básicamente zombis, los "portadores" de la acción o el significado, que actúan como deben y no pueden actuar de ninguna otra manera.
¿Se trata de una crítica que impulse el cambio social y la justicia? ¿Es posible para las mujeres que se encuentran en la situación de Brigitte, Paula o Susi alcanzar una vida autónoma y satisfactoria?
 
Tras leer Las amantes, ¿estáis de acuerdo con cómo describió el comité del Nobel la obra de Elfriede Jelinek? ¿U os sentís más cerca de Knut Ahnlund, miembro del jurado en aquel momento?
(...) la ola musical de voces y contravoces en sus novelas, [muestra] con una excepcional pasión del lenguaje lo absurdo y el poder autoritario de los clichés sociales.
Estas novelas representan cada una en el cuadro de su problemática un mundo sin gracia donde el lector está confrontado a un orden asediado de violencia dominante y de sumisión, de cazador y presa.
Jelinek revela cómo los clichés de la industria de la diversión se instalan en la conciencia de los seres humanos y paralizan su resistencia a las injusticias de clase y a la dominación sexual.
Para un acercamiento breve a su biografía y cómo han influido las experiencias vitales en su producción artística, os recomiendo el artículo que publicó la Asociación de Autores de Teatro en su revista Las puertas del drama. Si queréis continuar leyendo sus novelas, entre las más conocidas están Los excluidos (1980) y La pianista (1983), que fue adaptada al cine por Michael Haneke en 2001.
Os recomiendo también el documental Elfriede Jelinek, el lenguaje desatado (Claudia Müller, 2022), disponible con subtítulos en castellano en Filmin.

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