domingo, 8 de enero de 2023

Orgullo y prejuicio

Jane Austen, Orgullo y prejuicio (Pride and Prejudice, 1813)

1. Sobre Jane Austen y su influencia
Si queréis acercaros a la biografía y producción de la autora británica, os recomiendo el programa monográfico que le dedicó Página 2 con motivo del ducentésimo aniversario de la publicación de, precisamente, la obra que comentaremos en la tertulia. En él se visitan los escenarios de sus novelas y muestra su vigencia en el país de origen.
Y, para un análisis más detallado de su estilo, obras y protagonistas, conviene ver el reportaje elaborado por la UNED Jane Austen 200 años después; una escritora para todas las épocas I.
Seguramente ninguna escritora (con la excepción de Agatha Christie) sigue gozando, pasado el tiempo, de  una popularidad tan grande como Austen. Además del ensayo que Espido Freire le dedicó en 2021, en nuestro entorno hay muchas webs que, desde una perspectiva tan lúdica como cuidadosa, abordan su obra: El salón de té de Jane Austen (permite el acceso a información bibliográfica detallada) y su blog El sitio de Jane (centrado en las noticias recientes) son las más actualizadas.
¿De dónde puede surgir este interés permanente en personas de cualquier edad y condición? ¿Qué atrae a nuevos lectores a un mundo tan, en apariencia, alejado del nuestro?


2. Las características de su obra
Críticos de signo muy diferente coinciden en señalar el especial valor de la narrativa de Jane Austen. Tras leer Orgullo y prejuicio, ¿estáis de acuerdo con las características que se le otorgan?
A primera vista, la forma y materia de Jane Austen pueden parecer anticuadas, artificiosas, irreales. [Pero] En un libro, la realidad de un persona, de un objeto, de una circunstancia, depende exclusivamente del mundo creado en ese mismo libro. Un autor original siempre inventa un mundo original; y si una personaje o una acción encajan en el esquema de ese mundo, entonces experimentamos la grata sacudida de la verdad artística (...)
Vladimir Nabokov, Curso de literatura europea (1980)

Como solo les sucede a los genios, conocía todos los secretos de la realidad, incluso sin haberlos experimentado. Y la precisión con la que los reflejaba no era jamás víctima del demonio moderno de la precisión.
Pietro Citati, El mal absoluto. En el corazón de la novela del siglo XIX (2000)

(...) no hay después de Shakespeare ningún escritor en lengua inglesa tan capaz como Austen de darnos figuras —centrales y periféricas— del todo consistentes en forma de hablar y conciencia, y al mismo tiempo intensamente diferenciadas. Las fuertes identidades de sus heroínas están forjadas con una individualidad que demuestra las reservas estilísticas de su autora.
Harold Bloom, Cómo leer y por qué (2000)

La ironía (...) parece incluso el estado de su lenguaje, aunque raramente explica el efecto de fuerza moral y espiritual que a menudo ella acierta a transmitir, aun en forma implícita u oblicua.
Harold Bloom, Novelas y novelistas. El canon de la novela (2005)
Como durante la tertulia podremos hablar en detalle sobre la obra, destaco aquí solo algunos aspectos clave de sus novelas:
  • Para presentar con tanta claridad a protagonistas y secundarios, combina estrategias complementarias: a) la descripción directa, teñida de ironía, del físico y el carácter, que suele utilizar en la presentación inicial; b) la transcripción literal de sus palabras, bien sea a través de los diálogos o de las cartas (puede que la primera versión de Orgullo y prejuicio fuese una novela epistolar); c) el discurso indirecto, destacando los rasgos básicos del personaje. Austen se apoya más en los diálogos que en la acción, aunque en sus novelas siempre se estén sucediendo los acontecimientos.
  • En la época en que escribió sus obras, la narrativa estaba dominada por dos corrientes: la novela gótica (que parodió en La abadía de Northangen) y su origen, el romanticismo. Así que ella fue, en su momento, una autora contracorriente, pese a que ahora la consideremos clásica. Frente al discurso apasionado predominante, Jane Austen defiende una visión del amor donde intervienen la razón y el aprecio mutuo, que se va construyendo progresivamente.
  • El sutil humor que caracteriza la novela ya aparece claramente en la primera frase: «Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesión de una gran fortuna necesita una esposa», como demuestra la señora Bennet a cada momento :-)
  • Se suele reprochar a sus novelas que se desarrollen en un microcosmos aislado, sin tener en cuenta las circunstancias históricas ni cuestionar el orden establecido. Un mundo poblado, como señala José Carlos Mainer (La escritura desatada, 2012) por «familias con pocos recursos, herederos expectantes y dubitativos, granujas decididos al engaño, nobles orgullosos y estólidos y burgueses que empezaban a enriquecerse pero, sobre todo, abundante en muchachas casaderas». Sin embargo, aunque no podamos hablar de una autora militante o feminista en el sentido contemporáneo, quiso describir con claridad las consecuencias de la desigualdad de oportunidades sufrida por las mujeres. Además, debe tenerse en cuenta que, para la sociedad del momento, Austen propone en Orgullo y prejuicio personajes (Fitzwilliam Darcy, Elizabeth Bennet y Charles Bingley) que se enfrentan a lo esperado de ellos por una clase que intentaba mantenerse sin cambios el mayor tiempo posible.

3. Primeras impresiones: arrogantes y prejuiciosos
—(...) siempre he hecho lo imposible por evitar esas debilidades que a menudo exponen al ridículo a un fuerte intelecto.
—Como la vanidad y el orgullo.
—Sí, no hay duda de que la vanidad es un defecto. Pero el orgullo... en una naturaleza realmente superior, el orgullo no tiende jamás a extralimitarse.
Elizabeth se volvió para disimular una sonrisa.

—(...) pero la vanidad, no el amor, ha sido la causa de mi locura. Adulada por la deferencia de uno y ofendida por la frialdad de otro en el inicio de nuestra relación, he cortejado el prejuicio y la ignorancia, y he ahuyentado la razón en lo que se refería a cualquiera de ambos. Es como si hasta ahora no me hubiese conocido a mí misma.
Inicialmente, Orgullo y prejuicio iba a titularse Primeras impresiones. Y tiene todo el sentido, ya que las peripecias de los personajes giran alrededor de los malentendidos, conclusiones erróneas, descubrimientos y cambios de opinión que hacen que sus protagonistas se alejen... y acerquen.
¿A qué personajes podríamos asignar el orgullo y a cuáles el prejuicio?

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