martes, 15 de noviembre de 2022

La tregua

Mario Benedetti, La tregua (1960)

Tregua
1. Cese temporal de hostilidades.
2. Interrupción, descanso.
Dar tregua
1. Dicho del dolor u otra cosa penosa: Aliviarse por algún tiempo.
2. Dicho de una cosa: Dar tiempo.
Y, finalmente, está tu miedo al tiempo, a que te vuelvas viejo y mire a otra parte. No seas tan mimoso. Lo que más me gusta de vos es algo que no habrá tiempo capaz de quitártelo.
1. Las reflexiones de Martín Santomé en esta novela-diario nos muestran la naturaleza múltiple del tiempo: el que falta hasta un acontecimiento esperado e inevitable (tan temido quizá como deseado), el que ocultamos a los demás, aquel que nos es ajeno porque es donde a personas próximas les suceden cosas que desconocemos, el siempre recordado y el ya olvidado (ambos fuente de dolor y placer, de nostalgia y añoranza). El que se espera vacío y solitario, el presente de tedio y rutina. El silencioso, el postergado siempre. El que definimos con hitos concretos, como los cumpleaños. El alternativo, que quizá fue posible y ya no. El esperanzado porque promete un encuentro. El que genera cambios físicos, en los deseos y en los sueños. ¿Podemos encontrar ejemplos de todos esos tipos de tiempo -presente, pasado y futuro- en la novela?

2. Benedetti propone también un retrato de los pequeños mundos de relaciones que se producen en las familias (desencuentros generacionales, dificultades para mostrar el afecto, encuentros reparadores), el entorno de trabajo (reparto de roles, alianzas, luchas por el poder, pautas de comunicación) y la pareja (deseo, enamoramiento, complicidad, inseguridades...). ¿Hay juicio en esa presentación? ¿Conecta con vuestra propia experiencia, más allá de los hechos particulares?


3. El protagonista se nos muestra a través de sus pensamientos, sentimientos, intereses y acciones, pero también gracias a cómo lo ven los demás, a cómo le devuelven, a través del diálogo, una mirada externa. ¿Con qué adjetivos lo definiríais? ¿En qué medida se transforma? ¿Es una persona diferente al principio y al final? ¿Estaba ya el germen de ese cambio en su interior, retenido quizá como forma de evitar el dolor? La resignación le protegía, pero eliminaba la posibilidad de futuro que representa Avellaneda.
Tenemos imperiosa necesidad de decírnoslo todo. Yo hablo con ella como si hablara conmigo mismo; en realidad, mejor aún que si hablara conmigo mismo.
4. Encontramos una reivindicación de la comunicación como verdadero encuentro a través de lo que se descubre común: con otras personas (frente a las relaciones de oficina, superficiales y mediadas por otros intereses, o el reencuentro con amigos de la infancia con lo que ya no se comparte nada, está el anhelo de contacto con los hijos, Aníbal o Laura), con Dios (en el que Santomé busca reconocimiento) y con uno mismo (a través del diario).

5. Las aventuras amorosas de Vignale (un reflejo distorsionado y bufonesco de la historia central), las reacciones de sus hermanos ante el noviazgo de Blanca, la homosexualidad de Jaime, el encuentro en el autobús con la mujer que malinterpreta el discurso de Aníbal y el silencio de la madre de Avellaneda reflejan el temor común ante el juicio externo en la época. Pero ¿serían muy distintas las preocupaciones y relaciones entre los personajes en el actual contexto social y cultural?  ¿Cómo definís el papel (o los papeles) de las mujeres? ¿Hay en Blanca y Laura una mezcla de elementos de conformidad con la norma social y de reivindicación de nuevos espacios de decisión y libertad?

6. Las páginas de Benedetti mezclan ironía y sensibilidad, pesimismo y respeto por lo humano en el retrato de la intimidad personal y en su descripción costumbrista de la sociedad uruguaya. Para un análisis técnico más detallado de esta obra podéis leer tanto el artículo La estrategia narrativa de Benedetti en La tregua (Varela, 2000) como acercaros al extenso estudio Análisis temático de La tregua (Ramírez, 2016).
 

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